Moisés era tartamudo; Abrahán, un anciano; Jeremías, era muy joven; Zaqueo, un petizo; los discípulos, cuando Jesús les decía
que tenían que rezar,
se dormían; la
Magdalena, una pecadora pública;
Pablo, un perseguidor de cristianos; y Pedro, lo negó, después
lo hizo Papa, pero lo negó…
y así podríamos seguir esa lista. Jesús te quiere como sos, así como quiso como eran a estos sus amigos, con sus defectos, con
ganas de corregirse, pero así
como sos, así te ama el Señor.
No te maquilles, no te
maquilles el corazón,
pero mostrate delante de Jesús
como sos para que Él te puede ayudar a progresar en la vida.
Papa Francisco. Rezo del Ángelus. Lima. Perú.
21 de enero de 2018
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