El Proyecto Raquel, destinado a sanar espiritual y psíquicamente a las mujeres que han abortado y se arrepienten de ello, ha llegado a las diócesis de Extremadura. Fue presentado a principios de Febrero en Plasencia.
La presentación estuvo a cargo de Mª José Mansilla Arcos, presidenta nacional de Spei Mater (Asociación provida de la Iglesia en España) y Jesús Chavarría Ibáñez, director espiritual de Spei Mater.
Spei Mater es una asociación de defensa de la vida en la Iglesia, y nació con el convencimiento y necesidad de dar respuesta a la cultura de la muerte como católicos, desde el evangelio y como iglesia. Se ponen al servicio de las diócesis para dar respuestas concretas mediante sus proyectos. Están presentes en más de 30 diócesis en España, trabajando en red con otras instituciones eclesiales como delegaciones de familia o centros de orientación familiar.
Llevan a cabo tres proyectos diferentes: Proyecto Ángel, a través del cual ofrecen alternativas y ayudas a la mujer embarazada en dificultad; Parroquias por la vida, en la que ofrecen recursos a través de parroquias para llevar a cabo una pastoral provida; y Proyecto Raquel, a través del cual ayudan a sanar las heridas del aborto.
En Proyecto Raquel ofrecen a las personas implicadas en un aborto provocado una atención individualizada y confidencial a través de una red diocesana de sacerdotes, consejeros, psicólogos y psiquiatras.
Esta atención su pone acompañar a la persona en su integridad en un proceso de sanación y reconciliación.
Casi la totalidad de las mujeres que han tomado la decisión de abortar, tienen síndrome postaborto, un conjunto de síntomas físicos, psíquicos, relacionales y espirituales: estrés, depresión, ansiedad, insomnio, sentimiento de culpa, tristeza, enojos… Y no solo ellas, sino que también la familia cercana tiene alguno de estos sentimientos, incluso el personal sanitario que lleva a cabo procedimientos de aborto.
