jueves, 22 de octubre de 2015

"A veces sabemos lo que debemos hacer,
pero nos falta el ánimo.
Aprendamos de María saber decidirnos,
con la confianza puesta en Dios".
 
(Papa Francisco)
 
 
 


viernes, 16 de octubre de 2015


Tanto las mujeres como los hombres experimentan el duelo de la muerte de un hijo o hija en la pérdida de un embarazo. Sea ésta intencionada o no los padres son abandonados en su duelo, sin apoyo o validación de su pena. Acorralados por el silencio, la sociedad falla en reconocer o legitimar esta pérdida.  

Generalmente es difícil hablar respecto de la pérdida de un embarazo, ya que no hay funeral, no hay certificado de defunción, ninguna designación de estatus de duelo. Además, frente a un tema con tantas aristas, existe temor de acoger a la persona por no saber cómo tratar este dolor. Es importante tener en consideración que existe un hecho objetivo, que es la manifestación de dolor de una mujer o un varón, por la muerte de un hijo no nacido, que muchas veces puede significar mantenerlo en silencio por muchos años.

Esta situación suele implicar el desconocimiento de esta problemática no visibilizada, frente a la cual la red de apoyo social y la misma sociedad tienen una deuda que resolver, entregando un servicio de acogida, orientación y acompañamiento a quienes sufren las secuelas por un aborto o pérdida de un hijo antes de nacer.

Es necesario que la persona se sienta acogida y comprendida, jamás juzgada, pero tampoco justificada. Sabe que su aborto fue grave y por ello, se comprende que su dolor sea tan profundo, porque se relaciona con la ausencia de su hijo, un dolor muy fuerte.



Extracto de "Síndrome Post Aborto y Acompañamiento" de Elizabeth Bunaster, directora del proyecto Esperanza de Chile.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Un Rosario por las victimas del aborto


En este mes del Rosario, recuperamos la petición que hace casi un año, el Arzobispo de Piura y presidente de la Comisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Mons. José Antonio Eguren,  pidió rezar por las víctimas del aborto fallecidas, así como por la conversión de aquellos que promueven y realizan esta práctica anti-vida.

‘La vida humana es sagrada e inviolable’. Todo derecho civil se basa en el reconocimiento del primer y fundamental derecho, el de la vida, que no está subordinado a alguna condición, ni cualitativa ni económica, ni mucho menos ideológica”, nos recordaba.

Oremos para que el Señor les manifieste su amor para que guiados por la verdad y la justicia rectifiquen su error y se conviertan a Él, para amar a sus hermanos, especialmente a los niños por nacer. Recemos por las madres que experimentan la tentación de abortar al hijo que está en sus entrañas. Que el Señor y Santa María, las ilumine y fortalezca para que siempre elijan la vida. Oremos por aquellas madres que sufren tras un aborto.


 

Citando a San Juan Pablo II, Mons. Eguren alentó a las mujeres que se han sometido a un aborto a que “no os dejéis vencer por el desánimo y no abandonéis la esperanza. Antes bien, comprended lo ocurrido e interpretadlo en su verdad. Si aún no lo habéis hecho, abríos con humildad y confianza al arrepentimiento: el Padre de toda misericordia os espera para ofreceros su perdón y su paz en el sacramento de la Reconciliación”. “Podéis confiar con esperanza a vuestro hijo a este mismo Padre y a su misericordia. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podréis estar con vuestro doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida”.

viernes, 2 de octubre de 2015

Intercesores del Proyecto Raquel

 

En las charlas de difusión del Proyecto Raquel que vamos impartiendo por distintas parroquias, cofradías y asociaciones de nuestra Diócesis de Jaén al final de las mismas siempre se acercan algunas personas que nos dicen :¿Cómo puedo ayudar? Y nosotros siempre les respondemos: "orando por las personas heridas por el aborto"

 

¿Qué es la oración intercesora?"


Muy sencillo, la oración de intercesión es el acto de orar en favor de otros. El papel del mediador en la oración era común en el Antiguo Testamento (como con Abraham, Moisés, David, Samuel, Ezequías, Elías, Jeremías, Ezequiel y Daniel). Pero Cristo es señalado en el Nuevo Testamento como el intercesor fundamental: y es por ello que toda la oración cristiana se convierte en intercesora, puesto que es ofrecida a Dios por y a través de Cristo. Jesús cerró la brecha entre Dios y nosotros cuando Él murió en la cruz. Él fue el más grande mediador (intercesor) que haya existido. Por esta causa, ahora podemos interceder en oración a favor de otros cristianos, o por los perdidos, pidiendo a Dios que les conceda arrepentirse de acuerdo a Su voluntad. “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.” (1 Timoteo 2:5).

 

 Un maravilloso modelo de oración intercesora se encuentra en Daniel 9, mientras oraba por su pueblo quien se había alejado de Dios. Tiene todos los elementos de una verdadera oración intercesora. Es en respuesta a la Palabra (v.2); caracterizada por el fervor (v.3) y la auto-negación (v.4); identificándose sin egoísmo con el pueblo de Dios (v.5); e intensificada por la confesión (v.5-15); dependiente del carácter de Dios (vv. 4,7,9,15); y teniendo como meta la gloria de Dios (vv.16-19). Como Daniel, los cristianos debemos venir ante Dios intercediendo por otros.

 

Si quieres orar por las personas heridas por el aborto, por aquellas que comienzan un camino de sanación dentro del Proyecto Raquel y por todos aquellos que los acompañamos envíanos un correo electrónico, o un mensaje o whatsapp a nuestro teléfono.